Cuando nace un niño son cientos de dudas las que nos invaden. Una de ellas es saber cuándo debemos llevarlo al dentista. Algunos profesionales apuntan que la primera visita ha de ser cuando nace el primer diente pero lo ideal es llevarlo a partir de los dos años. De esta forma se consigue que el niño vea las revisiones dentales como algo normal y a los padres se les pueden dar ciertas pautas de higiene y hábitos saludables de alimentación, como indica la odontóloga Laura Sesé. El niño obedecerá más y su experiencia será más completa a esta edad. Lo normal en estas primeras visitas es que todo se encuentre bien y el niño se lleve una experiencia muy positiva.
Llevar a un niño (o niña) al dentista es importante por un tema psicológico. Está en juego algo que le acompañará toda su vida: su salud bucal. Antes de llevarlo hay que explicarle qué es lo que verá, sentirá y oirá. Le ayudará a familiarizarse con todo lo que verá a su alrededor: la silla, la mascarilla, los guantes… También es importante hablarle de los sonidos que pudieran hacer algunos utensilios. Lo ideal es que los dos padres acompañen al pequeño en su primera visita, como recomiendan algunos expertos en el cuidado de nuestro cuerpo. Una actitud sincera y positiva es perfecta para explicarle los conocimientos en torno a la odontología.
Entre los 6 y lo 12 primeros meses saldrán los incisivos inferiores. Aunque muchos padres piensan que si un diente de leche se pica no pasa nada ya que se va a caer. Sin embargo, hay que tener cuidado con esto. Un diente de leche cariado puede suponer un gran dolor para un niño. Las caries pueden derivar en otros problemas locales como la fiebre o malestar. Por si fuera poco, extraer un diente temporal antes de tiempo, afecta a la salida de los dientes definitivos ya que se pierde el espacio necesario para que estos salgan y una extracción es, cuanto menos, una experiencia bastante desagradable para un niño. Cuando erupcionan los dientes temporales, es importante tratar los problemas presentes y evitar los futuros. Una caries no tratada en un diente de leche puede provocar una infección que afecte al germen del diente definitivo, que puede salir con defectos en la superficie y/o manchas .
Desde la clínica Montecarmelo enseñaremos a su hijo a lavarse los dientes de forma adecuada y evaluar cualquier hábito nocivo como chuparse el dedo e identificar la necesidad de flúor. Creemos que empezar con las visitas al dentista a una edad temprana le ayudará a tener una vida con buenos hábitos dentales y menos problemas futuros.